miércoles, 31 de mayo de 2006

GraveDad

Toda una vida dedicada a la colección de etiquetas, a las reuniones sociales, a las largas horas de charla.

Toda una vida de esmero para cagarla, pisotear lo que se pueda, machacar entrañas, leer con las manos cerradas.

Nada de dobles al pocker, ni de billetes en sobres, la economía bajo cero, el frío nos dormita bajo luminosos letreros.

Nada o casi de mentiras, que va. Ni de metas que dejaban de ser reales, promesas que esperaban en el salón hasta tarde.

A medias quedaba el vaso, con su sangre corriendo por las venas, horas de penas que eran de todo menos buenas. Ceda el paso, el cruce salta y el semáforo.

A medias deja el parto, sin llantos ni caricias, el tercer estado no salió bien, vértigo ébrio, mentir sin riesgo en el despacho.


Llegar a casa y caer al suelo... sentir la gravedad en la sien.

2 comentarios:

Marcos dijo...

El ingenio tituloso de Payne no conoce límites.

Peyn dijo...

Dejo a la imaginación el significado del título.