viernes, 26 de septiembre de 2008

Dos Claveles

Que si quieres, soy malo. Que si quieres, no me opongo. Por mucho que moleste, o por mucho que joda (no recuerdo que fue), lo hice por educación. Pensé que tal vez te incomodaría la situación y aquella frase con puntos suspensivos como difuso final te daría como conclusión que lo hacía por educación. 

Jamás me he negado a saludar correctamente a nadie en absoluto. Muestra de ello es aquel año sabático-amistoso en el que si hacéis memoria, nunca escondí la quijotera tras el móvil como aquel día en el Carrefour, ni di la espalda ante enfados, ni me cagué en los protocolos o el respeto. No digo que nadie tenga que actuar como yo, pues supongo que ni uno de los que lea esto daría una mierda por mí o los míos en este momento, salvo gloriosas excepciones, pero desde luego que nadie puede entender la actitud que tomáis (triste y cobarde, a mi modo de ver (y tengo las gafas bien limpias, conste)), ni siquiera vosotras mismas. 

"Juzgamos a las personas. Las juzgamos y luego nos quejamos cuando ellas nos juzgan a nosotros. Eso es hipocresía"

Una pequeña vuelta de tuerca: Has juzgado lo que dije, has sentenciado directamente mis palabras a ser colgadas en un marco de hostilidad e hipocresía con pinceladas de poderío. Yo no te juzgué al verte, sin embargo tú...  me juzgas, cuando incluso te levantaste (levemente, eso sí) para recibir mis besos. Ahí, planteo, ¿quien es hipócrita? Mera curiosidad que se me cruza por el coco. ¿Por que no me dirías nada en ese momento? Te aseguro que siempre que se me diga algo educadamente, lo acepto. Hasta hoy daba por hecho que eso lo sabíais. Y por cierto, supongo que comprenderás que si existe algún problema entre nosotros, ni tus padres ni tu hermana (a los cuales les tengo aprecio) tienen la culpa alguna, y ni mucho menos creo que deba darles la espalda (eso me recuerda alguna cosilla).

En fin, que si queréis hablar de hipocresía, guay, es un tema apasionante con el que os asegurareis ser las almas de la fiesta con bromas, chistes fáciles y chascarrillos en general, pero me parece vergonzoso que quien haga apología de lo mal que están las cabezas de los demás cuando no demostráis cabalidad alguna en cuanto a la relación Palabras-Hechos se refiere. Yo me miro el ombligo a menudo, es más, la extensa masa que lo rodea me facilita las cosas, pero lo gracioso es que, a veces me miro el ombligo (sigue ahí, como sonriente, que clase tiene) y otras, miro a los demás. No se puede estar mirándolo siempre, no es plan y al final se te queda el cuello como raro, seguro, pero lo que tampoco se puede hacer es mirar siempre el de los demás, te acabas volviendo... bueno, sabréis acabar la frase. 

Tal vez quisisteis decir algo entre comentarios, no sé, me dió en la nariz que habia un mensaje no muy oculto, uno de esos que os molan de tirar la piedra y en vez de apechugar, esconder la mano con bromas más propias de parbulario que de alguien que supere los 20. (http://es.youtube.com/watch?v=6JRxYyJgVl8)

Pues eso, que como ví que no lo teniais muy claro, os hago el favor de encontrar una canción (que sé de buena tinta que se os humedece la ropa interior con las susodichas) que se acercara a lo que queríais decir, pero desde otro punto de vista. 

"Está de moda joder al que más le mola vivir a su bola" - Rapsusklei (Artista de dudoda calidad y humilde creatividad)"




Un saludo.



domingo, 8 de junio de 2008

Condemores

Querido Payne, tú eres de mis amores,
el mejor de los no correspondidos,
pero hoy quiero nombrar más condemores
que supieron provocar mis gemidos:

Juaneto y su malicia deliciosa.
Villanuevos, con Kike a la cabeza.
Familia, qué fama tan deshonrosa...
os mojo el apellido con cerveza.

Chucho se rasca cuando a mí me pica.
Louse-deluxe, el mismo nombre lo indica.
Pantuflas Joe, also known as Follonero.

No sé por qué será, pero me cuesta
tirar sin vuestra cita manifiesta,
cada vez que me subo al Cañonero.

viernes, 25 de abril de 2008

Lyapunov

Un tren que en el andén de la rima fácil cae en manos equivocadas, desdén del amor al arte robado, usado con despropósitos armados con balas de fogueo. Sin ofender, madmuasel, la palabra bourdel no la utilicé yo, sino usted. Deslicé con papel de seda mis palabras contra una pared, queda colgado de manos de César Rubio Aracil el portaretrato de pesar plúmbeo pero frágil. Hablar de lejos admitámoslo, resulta fácil, pues lo que obstruye el recto en estos casos suele ser lo más correcto. Lo importante no es la credibilidad de la palabra, el cuento no vale de nada si es malo el que lo narra.

martes, 22 de enero de 2008

Más

Es impresionante lo asquerosa que puede resultar la vida. Reconozco que por supuesto tiene su lado bueno, si no resultara ser la mierda que es… el resto de gilipolleces no nos serían tan cercanas ni atractivas. Ese ritmo es el culpable de que nos acostumbremos a maravillarnos con cualquier porquería a la que no tengamos acceso ninguno, como un coche cojonudo con un huevo de extras que hacen poco menos que una paja automatizada con regularizador de presión para las más gruesas o un portentoso chalet adosado valorado en el equivalente a un par de años poniendo el culo en cualquier esquina oscura. Esas pequeñas cosas hacen que nos levantemos por la mañana, sueños por mejorar algo que llamamos “calidad de vida”. ¿Por qué conformarnos con un ventilador si podemos comprar un aparato de aire acondicionado que apenas llega a los 3.000 euros? Nadie sabe decir que no a esa mierda. Lamentablemente la mayoría vivimos en un mundo super-guay en el que quien quiera puede ser lo que quiera cuando, amigos, esa es la puta engañifa culpable de hacernos levantar cada mañana.

Resulta repulsivo que nos mueva ese sentimiento de “quiero más”… pero qué coño, yo me apunto.