miércoles, 23 de noviembre de 2005

Jodo que si jode

Aquí me hallo, a las 9:35 de la mañana (dos horas más tarde que aquel post) en la sala de informática de mi queridísima Villanueva. La huelga de Renfe hace estragos entre la inocente población, y yo no soy más que una víctima (estudiando para ascender a fashion victim) de esta maravillosa faceta ferroviaria, hasta hace poco desconocida para mí. Básicamente consiste en que cada cercanías pasa cuando le sale de las engrasaduras y tarda en llegar todo lo que buenamente pueda. Depende de cómo se levante la locomotora. Y este cachondeo, hace unas semanas oficial, acaba por irritar a más de uno (que ya se levanta bien caliente como para que lo pongan al "baño María" en plena Atocha). En concreto yo estoy desarrollando una mala hostia desconocida en mí por las mañanas. Sí... Todos, o casi todos, tienen malas pulgas por la mañana, pero mi ensoñación andante mañanera me evitaba mostrarla al gran público. Sucesos como el de hoy hacen olvidarme del sueño apostando por la cara de pocos amigos (tres o cuatro). Y me diréis "este tío exagera", pero cuando uno se levanta a las siete menos algo y tarda dos horas y media en llegar a pegar su ano en la silla de la facultad... jode. Jodo que si jode.

Para colmo, el cachondo de la estación no quería justificarme los casi cincuenta minutos de retraso (él sí que tenía un buen retraso) alegando que tan sólo habían sido quince jodidos minutos... No me toques los seminales, no me los toques más...

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