miércoles, 1 de marzo de 2006

Ocaso

Puedo oír el murmullo cerca de aquí
A la vez que llora el payaso que hay en mí
Pensé que podría soportar toda la carga
El cuchillo reservaba otra vez la parte más amarga

Mi ángel de la guarda lucha contra algún mito
Trata de no estar presente cuando más le necesito
Cuando la luz del ocaso baña mis arrugas
Siempre hay algo detrás de los verbos que conjugas

Y vuelvo a la ciudad que me vio crecer
Te veo en cada esquina, en cada amanecer
Detrás de mí en todos los espejos
Que guardan dentro nuestros recuerdos más añejos

Paseando cicatrices aún sensibles
Son reflejos quizás para muchos invisibles
Pero siempre hay algo que esconder
Qué refugio puede haber tras ver mi casa arder

No puedo seguir con este juego ni un día más
Sus estúpidas reglas envenenan el pan que me das
Mis dudas legitimaban lo pactado
¿Podré seguir sintiendo tenerte de mi lado?

Me enrolé en la cabalgata del Gran Coloso
De donde fui expulsado por demasiado vanidoso
Saludé a quien seguro fue el verdugo
Que abusando de su sonrisa me desheredó como drugo

De mis vestimentas sólo quedan algunos hilachos
Traté de hallar la razón en círculos borrachos
Mi cabeza siempre busca algún culpable
Pero mi corazón es más que nunca material inflamable

El barco fantasma acaba de zarpar
Se encarga de lanzar mi mierda al mar
Algo me dice que soy el último en tu lista
Quizás va siendo hora de que insista

Una vez más, tú y yo, frente a frente
Sin maquillajes que evidencien qué es urgente
¿Bajaremos del trono en que nos sentamos?
Quizás ya no somos los que estamos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta me ha gustado mucho. ¡Joder cómo me hace darle vueltas a la pelota! Gracias o maldita sea por ello.

Hasta pronto.

PD:no todo puede ser comentado.

Marcos dijo...

Y nunca estaremos los que fuimos. De nada o lo siento, pues. Hasta yo le doy vueltas a esta cosa, salió demasiado rápida, quizás.

PD: Gracia la tuya, churri.