Me encanta esa serie, me encanta la actitud del grupo. Me encanta Gil Grissom. Es alguien que me atrae de un modo psicológico impresionante, me engancha y no puedo dejar de escuchar lo que dice. Es un personaje de televisión, e incluso (sí, amigos) de comics, lo sé… No obstante, como personaje es de los más atractivos que he visto, sin olvidar al carismático Colombo, al que siempre adoré.
El caso es, que poco a poco, conforme más veo actuar a Gil ante las situaciones, las reflexiones y demás actos de ingente esfuerzo mental, descubro que soy, en cierto modo, como él. No quiero caer en la pomposidad que representaría el hecho de decir: “Eh, soy como dios, porque me siento Grissom”, no, desde luego, pero la forma de actuar, pensar o incluso de retraerse, son las mismas salvo alguna diferencia como que a él le encantan las montañas rusas y yo tengo vértigo… Aunque lo que más nos une, quizás, sea nuestro problema auditivo, degenerativo en cualquier caso.
También es cierto, que una de las cosas que más me gustan de la serie CSI, es que se valora más el esfuerzo intelectual, antes que el muscular. No suele verse últimamente.
Cuanto más le veo en acción, más me conozco… Menuda gilipollez, pensará alguno que otro, y tendrá razón.
Para conocerte a ti mismo, primero debes aprender a conocer al resto. Aunque ese alguien sea irreal.
Es curioso dedicarse a coleccionar insectos siendo
un bicho raro… Engroso las listas del aficionado
común a la entomología.
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