Sueña con cortes transversales, con sangre brotar a raudales. Sueña con estar lejos, con mirarte en los espejos que despeñan la alegría.
Despierta del letargo de amargura, del cielo oscuro, la tierra pura. Despierta del llanto, del maldito espanto que elude la filosofía.
Acuéstate en su regazo, en sus cuentos de mimos y abrazos. Acuéstate en la luna, en la cama, rememora aquel infierno de risas en tu cuna.
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