lunes, 22 de agosto de 2005

Café solo

Te acuestas tras un largo día que se te hizo interminable... despejas cualquier obstáculo que te oculte las sábanas, la almohada.

Mientras te quitas la ropa dormitas, piensas en lo que has hecho durante las horas anteriores... no lo tienes claro. Y luego en lo que mañana harás.

Decides sentarte en la cama, pensar en nada y dormir como cada noche... esperando soñar algo bonito que te libere de los límites establecidos.

Abre los ojos, ve hacia la cocina. Toma algo de café y vuelve al mundo que nos queda.

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