miércoles, 24 de noviembre de 2004

Lo mío con las lentillas - Vol.3

Ha sido una matanza. Sodoma y gomera óptica. Una jodida carnicería.

Entré a la sala a oscuras, poco a poco se fueron encendiendo las luces... Me aguardaba una silla junto al espejo y un par de paquetes de lentillas... El bata-blanca me da unas instrucciones para que no me saque los ojos sin querer y me deja solo con el marrón... Y qué cojones marrón... La cosa ha sido negra. Muy negra...

No exagero cuando digo que he podido intentar ponerme el plástico ese en el ojo derecho unas sesenta veces fácilmente... La cosa no quería ajustarse, mi ojo no se fiaba de mí (hace bien) y mi dedo avanzaba siempre tembloroso. El ojo ha quedado para el arrastre, pero a los 12 minutos de intentos lo he conseguido. Tocaba el turno del izquierdo... Yo pensaba que ya iba a estar fácil la cosa, el izquierdo nunca me había dado problemas... Y un cuerno. No había manera. Veinte minutos y yo con la jodida lentilla en el dedo (que por cierto, se men ha caído por todos sitios en el proceso). He llegado a jurar en hebreo, a cagarme en todo lo cagable: en diox, la virgen, jesucristo, los pastorcillos, la madre que los parió a todos... Pero al final lo he conseguido. ¿Total? Una media hora larga para ponerme las dos cosas esas. Media hora de toquetéos ojeales (que no tocamientos impuros), llantos (a veces de impotencia) y demás familia... Todo para estar media hora con ellas y luego quitármelas. Pero aún quedaba chicha y carne en el asador...

A mi vuelta me digo "tú tranquilo, para quitarlas siempre es pan comido". Veo al bata-blanca. "Hola", "¿tú qué pasa?", "nada, bien, ya casi no me molestan, aunque voy llorando por la calle", "¿desafortunado en amores, eh?", "¿tú qué pasa?", "nada, hombre, tú tranquilo, para quitarlas siempre es pan comido". Me siento y empiezo a darle al asunto (a quitarme las lentillas, no penséis obscenidades). Y el pan, en efecto, se come, pero las lentillas siguen en mis malditos ojos... Tras cuatro barras de pan al fin consigo quitarme una, y sufro de lo lindo para sacar la otra... ¿Total? Unos veinte minutos. Algo menos que para ponerlas, pero me parece más dificil esto de quitarlas... Andar toqueteando el ojo en plan estrujamiento... Me daban arcadas ojerosas (no sé lo que es, consultad la enciclopedia).

Y... Bueno, el tema de mañana es el mismo. A ver si ya le voy cogiendo más práctica al asunto, que a este paso me veo sin ojos en un par de semanas... (Atención: inicio del chiste escatológico) Menos mal que el ojete lo tengo graduado (fin del chiste escatológico).

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