Algún día tenía que pasar, y ha sido hoy: creo que ya he encontrado a mi sustituto de Bruce Springsteen. Lo que menos me gustaba del Boss era ese garraspeo americano en su pronunciación. Las canciones eran buenas, sí, y la voz en general... pero que no puedo con el "
grrr", ya me entendéis... Ese acentillo que sólo él tiene o al menos explota sobremanera. ¡Fuera!
Casualidades de la vida, estaba yo viendo los conciertos de
Radio 3 (esos que ponen en La 2 con nocturnidad y alevosía) cuando
Micah P. Hinson hizo su entrada. No tenía ni puñetera idea de quién era, tan sólo tenía el programa puesto de fondo mientras (probablemente) me dedicara a mirar el gotelé de mis paredes... Creo que estaban tres músicos en escena, pero el peso lo llevaba el amigo. Entonó un
Close your eyes que me llegó al alma y me puse a rebuscar cosa suya por la red inmediatamente (no esperéis encontrar sus discos en el maldito Corte Inglés). Simplemente di con "
Micah P. Hinson and the gospel progress", el cual parece ser su primer disco, no estoy seguro (debe estar a punto de sacar otro).
Mi descubrimiento tuvo lugar allá por mayo, estaba esperando que saliera en escena Quique González en aquel Radio 3, pero no lo hizo hasta la semana siguiente. Y ha sido estos días cuando me he vuelto a topar con el disco de Micah P. Hinson, el cual tenía ya algo olvidado. Tras escucharlo unas cuantas veces puedo decir que es mi perfecto sustituto de Bruce, un tipo de Texas, con sus "
grrr's" de serie (eso sí, menos exagerados), que hace música americana (dícese de country en todas sus variantes) de un corte excelente y que rezuma el espíritu indie por los cuatro costados. Ritmos melancólicos, melodías que se apoyan en guitarras acústicas y un piano delicioso que me recuerdan en ocasiones a un Elliott Smith
desbeatleslizado, aunque no tengan casi nada en común. Además, cuenta con un pasado turbulento y aún no se ha suicidado... ¿Qué más se puede pedir?
Que conste que no le quito importancia al viejo de Bruce, reconozco que sus canciones son grandes. Siempre llevaré en el corazón su
Streets of Philadelphia (jodidamente merecedora de aquel Oscar), sobre todo en versión acústica. Pero ese puto acento me mataba, amigos.
Si de algo sirve este post intentad escuchar
The gospel progress, aunque sea para tirarme tomates después. Nunca dije no a la ensalada, y menos habiendo atún. Ahora que... lo de la soja... no sé yo...
Para más información sobre Micah P. Hinson pinchad aquí. Y para una suculenta entrevista aquí.