domingo, 3 de julio de 2005

Sí, amigos... cincuenta

El sábado se presentaba como un gran día para evadirme, desconectar de mi último examen y cargar las pilas para el siguiente. "Quedemos...", susurré como una perraca en celo al teléfono, cuando al fin Bayo me lo cogió. Obtuve un "no tengo ganas". Decidí llamar a Juanan, se había hablado de quedar tan sólo unos días antes, nada podía fallar. Obtuve un "está en Alemería", sólo pude contestar un "¡ay!". Pero yo tenía que salir... sólo un ratejo, una cosa light, necesitaba que me diera el aire... Tiré de cantera. Primero pensé en Mochón, pero luego me dije el cada vez más de moda "pues va a ser que no". No me quiere ver ni en pintura, me va a querer ver en la calle... no. Los intentos para que Juan se animara acabaron en fracaso. ¡Ramón! Resultó estar en la feria de un pueblo con unas gogós y otros tantos amiguetes borrachuzos. No... esto no me podía estar pasando... "¿Qué me dices de Jose?" le pregunté a mi espejo cuando la cuchilla se disponía a cortar alguna vena. "¿Desde cuando se trabaja los domingos?" fue la posterior pregunta.

Estaba solo.

Me vino a la mente la que había sido mi solución más aceptable desde tiempos remotos: el cine. Y qué mejor para un fan de Batman que "Batman begins". Sesión golfa. El cine más cercano. Y a tomar por culo. Como siempre llegué tarde, Batman estaba en el Tibet repartiendo hostias y no sabía por qué (que alguien me lo explique). Total, que salí de allí a las tres y pico (manda huevos una sesión golfa a la una). Llamada de mi madre: que dónde estoy y que si me recogen. Pues vale. Bajo a renfe y me pongo a esperar... El ambiente es chungo, quedan cuatro borrachos, tres zorris que se recogen y una marea de taxis en busca de sus clientes. Un grupo que esperaba en la parada de autobuses hace buen uso de uno de esos taxis. Reina el silencio... el coche que no llega... Decido ponerme a dar vueltas, más que nada para evitar posibles "yonkis" sin reloj. Me acerco a la cervecería Gambrinus y me pongo a mirar el suelo en plan autista. Son ya las tres y media, mi pausa estudiosa se prolonga más de la cuenta. Pienso en el tema tres de estructura, si no hubiera salido ya me lo habría estudiado. Pienso ahora en el Live 8, estaba tocando Pink Floyd cuando me fui. Luego imágenes pornográficas... es sábado, qué esperábais. Pero me olvido de todo esto al reparar en que, dentro de un charco, asoma la puntita de lo que parece ser un... ¿billete? "No me jodas, ¿por cinco euros merece la pena pringarse?" me pregunto mientras empiezo a agacharme. "No hay marcha atrás, Marcos". Tiro de la puntita y sale todo un billetazo: cincuenta putos euros. Jeje... Sí, amigos... ¡cincuenta! Eso sí, empapados y recubiertos de una capa negruzca y grasienta. Lo envuelvo en una servilleta que me encuentro de la famosa cervecería y... a la saca. No pasa ni medio minuto cuando llega la caballería.

Rumbo a casa una sonrisa comenzó a cruzar mi cara. Como declarado fan de Tim Burton, la película me había decepcionado comparada con las dos primeras entregas, pero ello no me amargaba en absoluto. Era cincuenta euros más rico. Había merecido la pena salir. Y pese a que una sonrisa, muy a menudo, no es sinónimo de felicidad... creí serlo durante el trayecto. Como decía aquella camiseta: el dinero no da la felicidad, pero joder como quita los nervios.


PD: Ahora el billete reposa sobre mi escritorio, en la sala de rehabilitación. En cuanto publique esto procederé a practicarle los oportunos liftings.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

mierda! tendria k aver salido y k le dieran por culo a trabajar, pk si señor el proletario no descansa, es un no parar la vida en la fabrica...coño! k me e colado de año. Joe, pos si lo llego saber tacompaño a la recoleccion billetesca!! pero no...ahi estaba yo esta mñana desmontando el puto escenario del auditorio y cargandolo en camiones!

Marcos dijo...

Unos trabajan para cobrar... otros buscamos en los charcos, :P. Igual de sucias son las dos cosas.

De todas maneras... pa lo que has quedao... ahí desmontando escenarios... ¿Qué te vas de gira con Andy-Lucas?

Anónimo dijo...

Soy Pantuflas Joe, el puto follonero si, que digo yo que no se le descolgaría un huevo a nadie si actualizaras, no? o si?

Anónimo dijo...

malditos hijos de puta, arded en el infierno

Marcos dijo...

Vamos a ver, querido Pantuflas. Mi escroto no sufre a la hora de publicar posts, no... pero has de comprender que si estoy en paradero desconocido disfrutando de unas vacaciones y sin internet... Pues está jodido eso de andar publicando.

Anda que la puta que te parió se quedó bien a gusto. Un poquito de paciencia.


PD: Llamo a filas a Payne, ¿para qué te contraté, maldito?

Anónimo dijo...

El que os manda que os pudráis en el más áspero de los infiernos no soy yo (Joe) Por si da lugar a erroneos.


P.D:Y eso es lo que quiero, besos.
Que todas las mañanas me despierten de esos,
que sea por la tarde y siga habiendo besos.
Y luego por la noche hoy me den más besos pa cenar

Marcos dijo...

Ni que decir tiene que mi anterior comentario iba para el insultante visitante infernal, Joe. Un besazo, :p.