lunes, 24 de enero de 2005

Calendario

Despierta del sueño y empieza a llorar.
Los días grises son como las olas del mar,
nunca cesan y borran de la arena
nuestros nombres… son su cena.

Intentar entenderlo y armarte de valor,
decir la verdad podría ser la solución peor.
¿Está el amor sobrevalorado?
Nunca pude dejarlo a un lado.

Y si es el tiempo
quien lo deteriora todo,
quien nos arruga y deforma
y nos pone un apodo,
si está todo escrito
y el jugo de la pasión
se agota cuando deja
de latir un corazón…

¿Por qué seguir con los dedos cruzados
empeñando el futuro a la suerte de unos dados?
Atraviesan mi carne como espadas
las agujas de un reloj bien afiladas.

Quizás lo racional ya no está de moda.
Quizás todos ríen el día de su boda
porque tratan de ocultar tras sus dientes la angustia
de saber que otra flor pasa a estar mustia.

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