martes, 22 de enero de 2008

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Es impresionante lo asquerosa que puede resultar la vida. Reconozco que por supuesto tiene su lado bueno, si no resultara ser la mierda que es… el resto de gilipolleces no nos serían tan cercanas ni atractivas. Ese ritmo es el culpable de que nos acostumbremos a maravillarnos con cualquier porquería a la que no tengamos acceso ninguno, como un coche cojonudo con un huevo de extras que hacen poco menos que una paja automatizada con regularizador de presión para las más gruesas o un portentoso chalet adosado valorado en el equivalente a un par de años poniendo el culo en cualquier esquina oscura. Esas pequeñas cosas hacen que nos levantemos por la mañana, sueños por mejorar algo que llamamos “calidad de vida”. ¿Por qué conformarnos con un ventilador si podemos comprar un aparato de aire acondicionado que apenas llega a los 3.000 euros? Nadie sabe decir que no a esa mierda. Lamentablemente la mayoría vivimos en un mundo super-guay en el que quien quiera puede ser lo que quiera cuando, amigos, esa es la puta engañifa culpable de hacernos levantar cada mañana.

Resulta repulsivo que nos mueva ese sentimiento de “quiero más”… pero qué coño, yo me apunto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué difícil es ser comunista hoy en día. Yo también "quiero más"...¡posts vuestros! Un saludo.