Hablo de que últimamente saco mi cuerpo serrano a paseo agitado antes que comerme esos folios. Hablo de que se acercan, o mejor dicho, ya están aquí los exámenes exameneros y examinosos. De que hay en juego demasiado y la incertidumbre es extrema. De que se me sube el semen por las paredes de pensar que me aguarda una buena temporada de hincadura de codos, los cuales ya venían algo roídos del bagaje cuatrimestral. ¿Y qué es lo que queda? Unas cuantas horas muertas entre medias, como ésta. Que no está muerta del todo, aún respira para dar a luz a este miserable postraumático. Los minutos vuelan cuando se trata de escribir para este amado, polémico y carismático blog... Qué cojones, los minutos vuelan cuando son para cualquier cosa que no sea estudiar. Las horas duran menos que de costumbre cuando alimentas la mente con lo que podría haber sido, es o será. Días que no son días, momentos recortados, segundos perdidos en batalla. ¿Quién no quisiera recuperar el tiempo perdido? Creo que voy a salir a la caza de ese minutero mal nacido.
martes, 31 de enero de 2006
Horas muertas
Hablo de que últimamente saco mi cuerpo serrano a paseo agitado antes que comerme esos folios. Hablo de que se acercan, o mejor dicho, ya están aquí los exámenes exameneros y examinosos. De que hay en juego demasiado y la incertidumbre es extrema. De que se me sube el semen por las paredes de pensar que me aguarda una buena temporada de hincadura de codos, los cuales ya venían algo roídos del bagaje cuatrimestral. ¿Y qué es lo que queda? Unas cuantas horas muertas entre medias, como ésta. Que no está muerta del todo, aún respira para dar a luz a este miserable postraumático. Los minutos vuelan cuando se trata de escribir para este amado, polémico y carismático blog... Qué cojones, los minutos vuelan cuando son para cualquier cosa que no sea estudiar. Las horas duran menos que de costumbre cuando alimentas la mente con lo que podría haber sido, es o será. Días que no son días, momentos recortados, segundos perdidos en batalla. ¿Quién no quisiera recuperar el tiempo perdido? Creo que voy a salir a la caza de ese minutero mal nacido.
lunes, 30 de enero de 2006
domingo, 29 de enero de 2006
Maremotos verbales - Vol.11
Dos almas
[...]
Goethe
Suma incontinencia
El semáforo parece no ponerse verde nunca, y el hombre no cabe ya en su desesperación. Da mini-giros sobre su eje, se retuerce la zona pollil, resopla por la boca y la nariz lanzando entrecortados ah's, uy's y oh's. Sus ojos desorbitados buscan un sitio apacible, y cuando al fin lo encuentra se dirige hasta allí: el palote de al lado del cruce... Amigos... ¡Amigos...! Debía tener un balón medicinal por vejiga, porque allí está él, sacando su miembro viril y dibujando en el aire una perfecta parábola uniforme de orina. Mira al cielo. Mientras mea, escucha el pitido del semáforo abierto. Guarda su pene mojando parte de la indumentaria y cruza desesperado, pasando del trote al galope. Pero sigue sufriendo a cada paso, y nada más llegar a la otra acera vuelve a sacar su empapado soldadito en busca de otro discreto sitio donde orinar: el cartel de publicidad junto a la boca de metro. Cumple con su ritual y mira al cielo, pero rápidamente interrumpe de nuevo su desaloje vejigal, guarda su mini-yo y continúa corriendo calle abajo...
La gente procuraba mirar hacia otro lado, escandalizada, pero yo no podía. Estaba allí, perplejo, privado de toda capacidad de raciocinio, en el mismo sitio donde esperaba junto al personaje a que se abriera el semáforo. Era demasiado fuerte como para ser obviado. ¿Tendría un problema vejigoso? ¿Mucha prisa? ¿Iría a un sitio desprovisto de servicios? ¿O simplemente tenía un problema vejigoso y como tenía mucha prisa decidió mear en un sitio desprovisto de servicios? Maldita sea, aún lo veo correr entre gotas amarillas, subiéndose la bragueta y esquivando a la gente mientras dejaba atrás un rastro de inequívoca orina...
sábado, 28 de enero de 2006
Lo reconOrozco
Excúsenme, amigos y amigas..., conocidos y conocidas..., amantes y amados..., por tener que reconocerme frente al reflejo de un vídrio, entre tiriteras por esto del invierno, como aquella oveja negra que era el blanco, como la estrecha huella del calzado del resto.
viernes, 27 de enero de 2006
Por las aceras
Por vez segunda adicto a tu cintura,
Pues no hay mayor pecado que el descaro
De andar con esa tan tuya frescura.
Que fueras del menú el plato más caro
Te digo no influyó en ponerla dura,
Más bien fue hacerme ver todo tan claro,
Contigo no hay ni cuenta ni factura.
El patio de mi casa está maldito
Cada vez que lo dejas tan solito,
Minutos después de Valdeacederas.
Maldigo cada día que no veo
El cuerpo del delito de este ateo
Que pasa junto a ti por las aceras…
jueves, 26 de enero de 2006
Rollo Patiño
Hay que disfrazarse para evitar el desgarro anal furtivo, poner papeles y pruebas sobre la mesa, tener más ancha la vena del cuello antes que cualquiera de la mismísima polla. Desenmascarar el rostro ajeno que no vemos, estropear la reputación de uno mismo y la del resto consigo. Problemas de espalda por exceso de peso... Demasiado has cargado tu espina dorsal.
Apunta una, dos, tres mil si quieres en tu cuenta, que yo pago. A ver si el cansancio hace mella en el corazón, y las mentiras se convierten en verdades.
lunes, 23 de enero de 2006
Grissom
Me encanta esa serie, me encanta la actitud del grupo. Me encanta Gil Grissom. Es alguien que me atrae de un modo psicológico impresionante, me engancha y no puedo dejar de escuchar lo que dice. Es un personaje de televisión, e incluso (sí, amigos) de comics, lo sé… No obstante, como personaje es de los más atractivos que he visto, sin olvidar al carismático Colombo, al que siempre adoré.
El caso es, que poco a poco, conforme más veo actuar a Gil ante las situaciones, las reflexiones y demás actos de ingente esfuerzo mental, descubro que soy, en cierto modo, como él. No quiero caer en la pomposidad que representaría el hecho de decir: “Eh, soy como dios, porque me siento Grissom”, no, desde luego, pero la forma de actuar, pensar o incluso de retraerse, son las mismas salvo alguna diferencia como que a él le encantan las montañas rusas y yo tengo vértigo… Aunque lo que más nos une, quizás, sea nuestro problema auditivo, degenerativo en cualquier caso.
También es cierto, que una de las cosas que más me gustan de la serie CSI, es que se valora más el esfuerzo intelectual, antes que el muscular. No suele verse últimamente.
Cuanto más le veo en acción, más me conozco… Menuda gilipollez, pensará alguno que otro, y tendrá razón.
Para conocerte a ti mismo, primero debes aprender a conocer al resto. Aunque ese alguien sea irreal.
Es curioso dedicarse a coleccionar insectos siendo
un bicho raro… Engroso las listas del aficionado
común a la entomología.
domingo, 22 de enero de 2006
Nada tiene sentido
O el más amargo suspiro
Lanzo mi último aliento
Aire en los bolsillos
Mi danza del vientre
Me guía por el camino
Me siento algo impaciente
Nada tiene sentido
Éste es mi último café
La última cuenta, el último después
Pronto habrá un recibo más
Cartas que nunca voy a contestar
Todo está desierto
Idóneo para un descuido
Cada noche despierto
Yo, que nunca he nacido
En mi andén nunca para el tren
Una tarea difícil de entender
Mi destino pasa a ser fatal
A veces sabes dónde está el final
A la hora estimada
Cuando me embargue el olvido
Me quedaré sin coartada
Ya está todo perdido
A pesar del lamento
Del detalle escondido
Casi nunca frecuento
El valle del afligido
Éste es mi último café
La última cuenta, el último después
Pronto habrá un recibo más
Cartas que nunca voy a contestar
Empleando la escala
Del que pende de un hilo
Mediré mis zancadas
Nada tiene sentido
viernes, 20 de enero de 2006
Maremotos verbales - Vol.10
Marcos
miércoles, 18 de enero de 2006
Una de despotismo
Torres Kio. Ya sabéis: / \. Justo al lado asoma la fachada del vigoroso edificio donde está el Hotel Silken Puerta Castilla de cuatro estrellas (no tres ni dos, sino cuatro: ****). Al lado estoy yo, solo, con un móvil totalmente descargado en la mano y un cargador en la mochila. Bien, ¿estamos situados? Pues al tema.
Diez y media de la noche. Pese a que dicho hotel está pared con pared con mi McDonalds favorito decido llevar a cabo mi hazaña con el robusto edificio; las letras gigantes iluminadas con el nombre del hotel me daban sensación de calidez y comprensión. Aposté por ellos. Pero aún no tenéis ni idea de lo que va todo esto... Os daré lo que queréis. Pues resulta que tenía una llamada pendiente de hacer. Mientras hablaba, unos minutos antes de quedarme quieto ante aquella fachada, la batería de litio (yo me cago en el litio) me dejó en la estacada y quería acabar esa llamada. Podría haberme ido a mi casa (tardando una jodida hora) y seguir allí, pero como os digo el hotel me hizo un guiño. Así que tenemos un hotel, un móvil descargado y una llamada pendiente.
Entro al Silken Puerta Castilla por su puerta giratoria. El lujo me desborda (un servidor está acostumbrado a hostales de mírame y no me toques). En la recepción hay un par de atractivas muchachas, bañadas en maquillaje y vestidas de uniforme. Me dirijo a ellas. En mi corta andadura reparo en que hay un enchufe vacío a mi derecha, empiezo a jadear y llego a la recepción. Ocultando la baba con el brazo, entro en acción:
MARCOS: Por favor...
Una de las chicas de uniforme me contesta empuñando una dulce sonrisa. La llamaré amistosamente Zorra Nº1.
ZORRA Nº1: Sí, dígame.
MARCOS: A ver... Resulta que me he quedado sin batería, y era una llamada importante. Me preguntaba si podría usar alguno de sus enchufes para poder cargar el móvil. Será sólo un minuto.
Me pongo la cara de perro degollado. Nunca falla.
ZORRA Nº1: Pues... Sí, claro. A ver, dónde hay uno...
Me hago el longuis como buscando, aunque lo tengo calado desde que he entrado. La chica de detrás hace su intervención estelar:
ZORRA Nº2: (Mirándo el rodapié de detrás del mostrador) Por aquí no hay nada...
MARCOS: (Cara de sorpresa) Aquí, aquí hay uno libre.
ZORRA Nº1: Ahí lo tienes.
De entre las sombras emerge la figura de un tipo bonachón, con bigote, edad y barriga abundantes. Le llamaré amistosamente Doberman.
DOBERMAN: (A la Zorra Nº2) ¿Qué quiere?
La chica cuchichea con el viejeras.
MARCOS: (Al Doberman) Sólo buscaba un enchufe. Aquí hay uno. ¿Puedo usarlo?
DOBERMAN: ¿Está usted alojado en el hotel?
MARCOS: No.
DOBERMAN: Entonces no.
MARCOS: Es importante. Y sólo sería un minuto.
DOBERMAN: ¿Está usted alojado?
MARCOS: Que no.
DOBERMAN: No puede usar ese enchufe.
Me quedo de piedra, con el móvil en la mano y junto al mostrador. El capullo en cuestión se da la vuelta y vuelve a las sombras, la Zorra Nº2 se había esfumado previamente y la Nº1 vuelve a sus asuntos. Yo sigo allí, digiriendo el picatoste. La sonrisa de esa chica era simplemente un vago recuerdo, y mientras la observo noto cómo esquiva mi mirada escondiéndo sus sonrojadas mejillas entre los papeles. Salgo de ese cubo de basura.
Cierto es que mis pintas de indígena ruandoso no ayudaban en el conflicto, pero no salía de mi asombro. Aún con el suceso caliente en mi cabeza decido tomar el metro y terminar la llamada en mi casa. No sin antes jurar venganza a ese Doberman, a esas zorras, a la política del Puerta Castilla y a la santísima puta que los parió a todos.
martes, 17 de enero de 2006
Resta y sigue
Como pocas horas quedan de vida, que siguen contando hacia atrás. Como estrictas son las reglas del juego. Como lentas son las secuencias de los sueños, aunque no des cuenta. Poco y pocas quedan.
Veo borroso
Con la fémina asiática de ojos achinados y la hoja quizá perenne acabada en X puntas con las que se hacen flautas de Hamelin… qué bien me lo paso, cielo santo… sobre todo, si es antes de dormir.
Concilio el sueño, jamás el Vaticano, nunca fui de predicar, tampoco me va ese rollo de ir a la iglesia a rezar.
Explotemos el dulce sonido de esta flauta, una vez más. Prende con tu llama, toma la postura y vámonos a viajar. Píllate una maleta, no hace falta nada más, que esto ahora no hace, ni mucho más ni mucho menos, que simplemente comenzar.
con un cigarro de baratas marcas.
lunes, 16 de enero de 2006
Maremotos verbales - Vol.9
¿Cómo que yo sabré?
Como me estás preguntando...
Juan, por eso te pregunto.
sábado, 14 de enero de 2006
Sin sentido
Woody Allen
En el caso del cristianismo, que es la que mejor conozco, te puedes encontrar con cosas increibles. Dios creó al ser humano, luego le quitó una costilla y creo otro ser humano... ¿Para qué?, pues muy sencillo: Yo hago lo mismo con Los Sims y procuro que procreen lo más que puedan, es entretenido, desde luego, sólo que yo a mis Sims, no les saco de su casa por comerse una manzana.
Ahí queda después la explicación de por qué estamos todos aquí... Adán y Eva copularon por doquier y así creció el número de seres humanos que pululaban por la tierra. Se dice en la ciencia que venimos del simio, y que evolucionamos hasta lo que somos de él..., según la religión deberíamos haber tenido algún parentesco cercano más que al mono, al conejo..., si no, no se entiende que copularan a tal velocidad. Pobre Adán, la tendría escocida. Pobre Eva, andaría tal que los pingüinos de tanto dar a luz.
No quisiera cebarme ni en el cristianismo, ni en cualquier religión. Este simplemente era un ejemplo de lo que nos cuentan explicando que son metáforas. No me lo creo de todas formas.
Este post contiene altas dosis de aburriento y soplapollez varia,
perdonen al escritor.
Conservado en alcohol
Corren tiempos en los que la gente se atribuye glorias caducas. Tiempos donde los batidos de distintos sabores, ajenos por completo al complot, tiznan el paisaje de negro cobalto. Se insinúan prostituciones, se invierte en viajes, se compran cinturones de castidad, se habla mucho. Pero todo sin descuidar las viejas tradiciones ni las formas. Se exalta la figura del corrupto y se conservan amistades en alcohol, del malo.
Y batalla tras batalla, el enemigo, que eres tú y también de ti mismo, supera sus miedos y se va haciendo con el control de su guerra personal. Aborda el barco con soltura en una maniobra que parecía cuestión de tiempo, mientras su traje va adquiriendo medallas a las que saca brillo tecleando relatos imposibles en los que todo lo que se toca se convierte en oro. Estaba escrito. ¿Y el que es proclamado titiritero del reino por boca ajena pasa a ser el Urdaci de turno? Resplandece en la noche la luz de un móvil al que le sobran contactos.
Su icidio y el mío
Pero mejor que avise y tener tiempo para comprar té, pastas
¿Dónde estoy?
Siempre me quedará la residencia...
He ahí el error
miércoles, 11 de enero de 2006
martes, 10 de enero de 2006
Gilipollas
No haces las cosas bien, te caes sobre el suelo liso y llano. No te acabes el exquisito postre... el caviar no es el mejor manjar. Cuando sales la gente escupe el suelo que vas a pisar, y con suerte caerás sobre algún cristal roto que te logre cortar sino de forma completa, al menos parcial de una extremidad cualquiera. Depierta con amor en el corazón para que te lo rompan con ese cuchillo que ya te has clavado más de una vez...
"Basura fue al nacer, escoria de olor a plástico quemado murió" - Rezará tu epitafio. Nubla tu vista para que no puedas ver bien. Eres estúpido, eres subnormal, eres un parásito...
...no, no, no... eres gilipollas.
Lo de gilipollas va con saña.
El burdo, el burdo
No me salvan ni esta tiritera provocada, ni el vómito que la sigue. No me sirven los ánimos, ni mucho menos las servilletas... papel o tela, da igual.
Pensé, e incluso comenté entre algunos lectores del blog, acerca de dejar de escribir en el weblog, de ahí mi gran pausa cercana al mes de falta de asistencia. Al final lo ví estúpido, aquí es donde puedo hablar, comunicarme, estar en contacto (aunque en rigor no es mejor, por ser mayor o menor) ... aunque a veces soy muy cumplidor. No quiero perder esto, tampoco me gustaría perder a los desconocidos que quizás me conozcan. ¡Bah! ... no doy pie con bola.
Aunque en rigor no es peor, por ser mayor o menor... debí consultar al doctor López Ibor...