martes, 31 de enero de 2006

Horas muertas

Todo se desmorona. Al garete.
Hablo de que últimamente saco mi cuerpo serrano a paseo agitado antes que comerme esos folios. Hablo de que se acercan, o mejor dicho, ya están aquí los exámenes exameneros y examinosos. De que hay en juego demasiado y la incertidumbre es extrema. De que se me sube el semen por las paredes de pensar que me aguarda una buena temporada de hincadura de codos, los cuales ya venían algo roídos del bagaje cuatrimestral. ¿Y qué es lo que queda? Unas cuantas horas muertas entre medias, como ésta. Que no está muerta del todo, aún respira para dar a luz a este miserable postraumático. Los minutos vuelan cuando se trata de escribir para este amado, polémico y carismático blog... Qué cojones, los minutos vuelan cuando son para cualquier cosa que no sea estudiar. Las horas duran menos que de costumbre cuando alimentas la mente con lo que podría haber sido, es o será. Días que no son días, momentos recortados, segundos perdidos en batalla. ¿Quién no quisiera recuperar el tiempo perdido? Creo que voy a salir a la caza de ese minutero mal nacido.

Time passes slowly when you're lost in a dream.
Time out of mind.

lunes, 30 de enero de 2006

domingo, 29 de enero de 2006

Maremotos verbales - Vol.11

Por vía telefórnica, hace no sé cuántos días:


Ramón
Y eso.
Marcos
Pues ya te digo...
Ramón
¿Pero entonces tú...?
Marcos
Calla, calla...
Ramón
...
Marcos
Nene, los Goya son mañana... ¿No? Sí. No.


INFO:
En su momento hizo gracia.
Lo juro.

Dos almas


[...]

"Disculpa que apague mis cigarrillos sobre las pieles de tu alma
Los días arden mientras consumo mi vida entre oxigeno fracasado
Sonrisas vulnerables, palabras de las que hacer una religión
Palabras, que de un segundo a otro pueden dejar de valerme"

[...]


Goethe

Suma incontinencia

Madrid. Gente. Mucha gente. Y en un paso de peatones estoy yo, junto a diez o quince personas, esperando a que el muñequito rojo se ponga verde cual manzana. Era tarde, y mi sonrisa en la boca anunciaba una noche tranquila y sosegada. Lo que no sabía es que mi cabeza estaba a punto de archivar un momento asombroso que nunca olvidaré..., mientras me acuerde. Pero volvamos al paso cebroso. En la espera hago un escáner de mis compadres cruzadores. Bien... Todo parece normal. Todo excepto el señor que tengo a mi derecha... El tipo, de unos cincuenta y muchos, con panzón y chupa negra, no para de gemir y dar saltitos tocándose el paquete, me recordaba a mí en momentos de orgasmo o de excitación cinematográfica. Pero no, era más exagerado, sobreactuaba, y no doblaba aparentemente los dedos de los pies hacia dentro.

El semáforo parece no ponerse verde nunca, y el hombre no cabe ya en su desesperación. Da mini-giros sobre su eje, se retuerce la zona pollil, resopla por la boca y la nariz lanzando entrecortados ah's, uy's y oh's. Sus ojos desorbitados buscan un sitio apacible, y cuando al fin lo encuentra se dirige hasta allí: el palote de al lado del cruce... Amigos... ¡Amigos...! Debía tener un balón medicinal por vejiga, porque allí está él, sacando su miembro viril y dibujando en el aire una perfecta parábola uniforme de orina. Mira al cielo. Mientras mea, escucha el pitido del semáforo abierto. Guarda su pene mojando parte de la indumentaria y cruza desesperado, pasando del trote al galope. Pero sigue sufriendo a cada paso, y nada más llegar a la otra acera vuelve a sacar su empapado soldadito en busca de otro discreto sitio donde orinar: el cartel de publicidad junto a la boca de metro. Cumple con su ritual y mira al cielo, pero rápidamente interrumpe de nuevo su desaloje vejigal, guarda su mini-yo y continúa corriendo calle abajo...

La gente procuraba mirar hacia otro lado, escandalizada, pero yo no podía. Estaba allí, perplejo, privado de toda capacidad de raciocinio, en el mismo sitio donde esperaba junto al personaje a que se abriera el semáforo. Era demasiado fuerte como para ser obviado. ¿Tendría un problema vejigoso? ¿Mucha prisa? ¿Iría a un sitio desprovisto de servicios? ¿O simplemente tenía un problema vejigoso y como tenía mucha prisa decidió mear en un sitio desprovisto de servicios? Maldita sea, aún lo veo correr entre gotas amarillas, subiéndose la bragueta y esquivando a la gente mientras dejaba atrás un rastro de inequívoca orina...

sábado, 28 de enero de 2006

Lo reconOrozco

Perdón por las molestias creadas a aquellos puños cerrados a los que irrumpí trayectoria. Disculpen aquellos a quienes mi actitud pasiva molestó dando lugar a insultos de variada gravedad.


Excúsenme, amigos y amigas..., conocidos y conocidas..., amantes y amados..., por tener que reconocerme frente al reflejo de un vídrio, entre tiriteras por esto del invierno, como aquella oveja negra que era el blanco, como la estrecha huella del calzado del resto.

Lou, va por ti... Perdones existen, los hay de miles formas.

viernes, 27 de enero de 2006

Por las aceras

Al borde del abismo me declaro
Por vez segunda adicto a tu cintura,
Pues no hay mayor pecado que el descaro
De andar con esa tan tuya frescura.

Que fueras del menú el plato más caro
Te digo no influyó en ponerla dura,
Más bien fue hacerme ver todo tan claro,
Contigo no hay ni cuenta ni factura.

El patio de mi casa está maldito
Cada vez que lo dejas tan solito,
Minutos después de Valdeacederas.

Maldigo cada día que no veo
El cuerpo del delito de este ateo
Que pasa junto a ti por las aceras…

jueves, 26 de enero de 2006

Rollo Patiño

No se puede ya andar a gusto por la vida, se sospecha leve o gravemente a cada paso que se da. Las traiciones están cerca... ¿Ambiciones? No hacen falta. El fin que es perseguir una meta, sea como sea. Ya no se acaba de tener seguridad en las personas, ni se empieza tampoco.

Hay que disfrazarse para evitar el desgarro anal furtivo, poner papeles y pruebas sobre la mesa, tener más ancha la vena del cuello antes que cualquiera de la mismísima polla. Desenmascarar el rostro ajeno que no vemos, estropear la reputación de uno mismo y la del resto consigo. Problemas de espalda por exceso de peso... Demasiado has cargado tu espina dorsal.

Apunta una, dos, tres mil si quieres en tu cuenta, que yo pago. A ver si el cansancio hace mella en el corazón, y las mentiras se convierten en verdades.

lunes, 23 de enero de 2006

Grissom

Me encanta esa serie, me encanta la actitud del grupo. Me encanta Gil Grissom. Es alguien que me atrae de un modo psicológico impresionante, me engancha y no puedo dejar de escuchar lo que dice. Es un personaje de televisión, e incluso (sí, amigos) de comics, lo sé… No obstante, como personaje es de los más atractivos que he visto, sin olvidar al carismático Colombo, al que siempre adoré.

El caso es, que poco a poco, conforme más veo actuar a Gil ante las situaciones, las reflexiones y demás actos de ingente esfuerzo mental, descubro que soy, en cierto modo, como él. No quiero caer en la pomposidad que representaría el hecho de decir: “Eh, soy como dios, porque me siento Grissom”, no, desde luego, pero la forma de actuar, pensar o incluso de retraerse, son las mismas salvo alguna diferencia como que a él le encantan las montañas rusas y yo tengo vértigo… Aunque lo que más nos une, quizás, sea nuestro problema auditivo, degenerativo en cualquier caso.

También es cierto, que una de las cosas que más me gustan de la serie CSI, es que se valora más el esfuerzo intelectual, antes que el muscular. No suele verse últimamente.

Cuanto más le veo en acción, más me conozco… Menuda gilipollez, pensará alguno que otro, y tendrá razón.



Para conocerte a ti mismo, primero debes aprender a conocer al resto. Aunque ese alguien sea irreal.



Es curioso dedicarse a coleccionar insectos siendo

un bicho raro… Engroso las listas del aficionado

común a la entomología.

domingo, 22 de enero de 2006

Nada tiene sentido

Con la furia del viento
O el más amargo suspiro
Lanzo mi último aliento
Aire en los bolsillos

Mi danza del vientre
Me guía por el camino
Me siento algo impaciente
Nada tiene sentido

Éste es mi último café
La última cuenta, el último después
Pronto habrá un recibo más
Cartas que nunca voy a contestar

Todo está desierto
Idóneo para un descuido
Cada noche despierto
Yo, que nunca he nacido

En mi andén nunca para el tren
Una tarea difícil de entender
Mi destino pasa a ser fatal
A veces sabes dónde está el final

A la hora estimada
Cuando me embargue el olvido
Me quedaré sin coartada
Ya está todo perdido

A pesar del lamento
Del detalle escondido
Casi nunca frecuento
El valle del afligido

Éste es mi último café
La última cuenta, el último después
Pronto habrá un recibo más
Cartas que nunca voy a contestar

Empleando la escala
Del que pende de un hilo
Mediré mis zancadas
Nada tiene sentido

viernes, 20 de enero de 2006

Maremotos verbales - Vol.10

Por vía telefórnica, una noche cualquiera:


Marcos
Me quiero dormir...
Ramón
Cómo se llamaba la película esa..., sí...
Marcos
¿Me has oído?
Ramón
Ya... "Salvar a la orca de los huevos".
Marcos
...
Ramón
...
Marcos
"Liberad a Willy".
Ramón
¡Bah!, la esencia sigue intacta.

INFO:
Estábamos profundamente dormidos, aunque bien es
cierto que Ramón nunca recordó correctamente
un título en lo que a cine se refiere.

miércoles, 18 de enero de 2006

Una de despotismo

Ésta es buena, amigos. Quedáos con esta cara:

Hotel Silken Puerta Castilla
Torres Kio. Ya sabéis: / \. Justo al lado asoma la fachada del vigoroso edificio donde está el Hotel Silken Puerta Castilla de cuatro estrellas (no tres ni dos, sino cuatro: ****). Al lado estoy yo, solo, con un móvil totalmente descargado en la mano y un cargador en la mochila. Bien, ¿estamos situados? Pues al tema.

Diez y media de la noche. Pese a que dicho hotel está pared con pared con mi McDonalds favorito decido llevar a cabo mi hazaña con el robusto edificio; las letras gigantes iluminadas con el nombre del hotel me daban sensación de calidez y comprensión. Aposté por ellos. Pero aún no tenéis ni idea de lo que va todo esto... Os daré lo que queréis. Pues resulta que tenía una llamada pendiente de hacer. Mientras hablaba, unos minutos antes de quedarme quieto ante aquella fachada, la batería de litio (yo me cago en el litio) me dejó en la estacada y quería acabar esa llamada. Podría haberme ido a mi casa (tardando una jodida hora) y seguir allí, pero como os digo el hotel me hizo un guiño. Así que tenemos un hotel, un móvil descargado y una llamada pendiente.

Entro al Silken Puerta Castilla por su puerta giratoria. El lujo me desborda (un servidor está acostumbrado a hostales de mírame y no me toques). En la recepción hay un par de atractivas El escenario del crimenmuchachas, bañadas en maquillaje y vestidas de uniforme. Me dirijo a ellas. En mi corta andadura reparo en que hay un enchufe vacío a mi derecha, empiezo a jadear y llego a la recepción. Ocultando la baba con el brazo, entro en acción:

MARCOS: Por favor...

Una de las chicas de uniforme me contesta empuñando una dulce sonrisa. La llamaré amistosamente Zorra Nº1.

ZORRA Nº1: Sí, dígame.

MARCOS: A ver... Resulta que me he quedado sin batería, y era una llamada importante. Me preguntaba si podría usar alguno de sus enchufes para poder cargar el móvil. Será sólo un minuto.

Me pongo la cara de perro degollado. Nunca falla.

ZORRA Nº1: Pues... Sí, claro. A ver, dónde hay uno...

Me hago el longuis como buscando, aunque lo tengo calado desde que he entrado. La chica de detrás hace su intervención estelar:

ZORRA Nº2: (Mirándo el rodapié de detrás del mostrador) Por aquí no hay nada...

MARCOS: (Cara de sorpresa) Aquí, aquí hay uno libre.

ZORRA Nº1: Ahí lo tienes.

De entre las sombras emerge la figura de un tipo bonachón, con bigote, edad y barriga abundantes. Le llamaré amistosamente Doberman.

DOBERMAN: (A la Zorra Nº2) ¿Qué quiere?

La chica cuchichea con el viejeras.

MARCOS: (Al Doberman) Sólo buscaba un enchufe. Aquí hay uno. ¿Puedo usarlo?

DOBERMAN: ¿Está usted alojado en el hotel?

MARCOS: No.

DOBERMAN: Entonces no.

MARCOS: Es importante. Y sólo sería un minuto.

DOBERMAN: ¿Está usted alojado?

MARCOS: Que no.

DOBERMAN: No puede usar ese enchufe.

Me quedo de piedra, con el móvil en la mano y junto al mostrador. El capullo en cuestión se da la vuelta y vuelve a las sombras, la Zorra Nº2 se había esfumado previamente y la Nº1 vuelve a sus asuntos. Yo sigo allí, digiriendo el picatoste. La sonrisa de esa chica era simplemente un vago recuerdo, y mientras la observo noto cómo esquiva mi mirada escondiéndo sus sonrojadas mejillas entre los papeles. Salgo de ese cubo de basura.

Cierto es que mis pintas de indígena ruandoso no ayudaban en el conflicto, pero no salía de mi asombro. Aún con el suceso caliente en mi cabeza decido tomar el metro y terminar la llamada en mi casa. No sin antes jurar venganza a ese Doberman, a esas zorras, a la política del Puerta Castilla y a la santísima puta que los parió a todos.

martes, 17 de enero de 2006

Resta y sigue

De mis años como Valero, de los cortos a corta edad, de las risas entre amigos. De la escasez de sed, traiciones o ambición. De la alegría en pareja que ojalá no fuera común, de los párpados abiertos como platos, de sorpresa, el viento sudando la espalda. De las horas, la puntualidad, del cuarteto de pulmones límpios. De el viejo silencio, la inconsciencia musical o las hostias, poco queda.

Como pocas horas quedan de vida, que siguen contando hacia atrás. Como estrictas son las reglas del juego. Como lentas son las secuencias de los sueños, aunque no des cuenta. Poco y pocas quedan.


Menos aún serán.

Veo borroso

Con la fémina asiática de ojos achinados y la hoja quizá perenne acabada en X puntas con las que se hacen flautas de Hamelin… qué bien me lo paso, cielo santo… sobre todo, si es antes de dormir.

Concilio el sueño, jamás el Vaticano, nunca fui de predicar, tampoco me va ese rollo de ir a la iglesia a rezar.

Explotemos el dulce sonido de esta flauta, una vez más. Prende con tu llama, toma la postura y vámonos a viajar. Píllate una maleta, no hace falta nada más, que esto ahora no hace, ni mucho más ni mucho menos, que simplemente comenzar.


El estado del Blogger tan solo era aliñado
con un cigarro de baratas marcas.

lunes, 16 de enero de 2006

Maremotos verbales - Vol.9

Por vía telefórnica, este sábado:


Marcos
Pues ya te digo...
Juaneto
Y eso.
Marcos
¿Anoche qué tal? ¿Se te dejó o no?
Juaneto
Pues tu sabrás.
Marcos
¿Cómo que yo sabré?
Juaneto
Como me estás preguntando...
Marcos
Juan, por eso te pregunto.


INFO:
Peligro de incendio esa noche.
En el asiento trasero de un coche.

sábado, 14 de enero de 2006

Sin sentido

"Si Dios me hiciera una señal, como abrirme una buena cuenta en un banco suizo".

Woody Allen


Nunca me convencieron las religiones, sea cual sea. Hay demasiadas para elegir... ¿hay alguna definitiva?, ¿las hay mejores o peores? No las entiendo. Venden la felicidad como bien. Opacan la realidad de una forma, eso sí, discreta. Aluden las unas a las otras porque hay elementos comunes.

En el caso del cristianismo, que es la que mejor conozco, te puedes encontrar con cosas increibles. Dios creó al ser humano, luego le quitó una costilla y creo otro ser humano... ¿Para qué?, pues muy sencillo: Yo hago lo mismo con Los Sims y procuro que procreen lo más que puedan, es entretenido, desde luego, sólo que yo a mis Sims, no les saco de su casa por comerse una manzana.

Ahí queda después la explicación de por qué estamos todos aquí... Adán y Eva copularon por doquier y así creció el número de seres humanos que pululaban por la tierra. Se dice en la ciencia que venimos del simio, y que evolucionamos hasta lo que somos de él..., según la religión deberíamos haber tenido algún parentesco cercano más que al mono, al conejo..., si no, no se entiende que copularan a tal velocidad. Pobre Adán, la tendría escocida. Pobre Eva, andaría tal que los pingüinos de tanto dar a luz.

No quisiera cebarme ni en el cristianismo, ni en cualquier religión. Este simplemente era un ejemplo de lo que nos cuentan explicando que son metáforas. No me lo creo de todas formas.


Un abrazo.


Este post contiene altas dosis de aburriento y soplapollez varia,
perdonen al escritor.

Conservado en alcohol

Corren tiempos en los que la gente se atribuye glorias caducas. Tiempos donde los batidos de distintos sabores, ajenos por completo al complot, tiznan el paisaje de negro cobalto. Se insinúan prostituciones, se invierte en viajes, se compran cinturones de castidad, se habla mucho. Pero todo sin descuidar las viejas tradiciones ni las formas. Se exalta la figura del corrupto y se conservan amistades en alcohol, del malo.


Y batalla tras batalla, el enemigo, que eres tú y también de ti mismo, supera sus miedos y se va haciendo con el control de su guerra personal. Aborda el barco con soltura en una maniobra que parecía cuestión de tiempo, mientras su traje va adquiriendo medallas a las que saca brillo tecleando relatos imposibles en los que todo lo que se toca se convierte en oro. Estaba escrito. ¿Y el que es proclamado titiritero del reino por boca ajena pasa a ser el Urdaci de turno? Resplandece en la noche la luz de un móvil al que le sobran contactos.

Su icidio y el mío

"Se suicidó, era el mayor intelectual que he conocido, y dejó una nota que decía 'salgo por la ventana' "
Woody Allen
El suicidio es una idea altamente tentadora, y como idea, ha pasado por miles y millones de cabezas, unos la llevan a cabo, y otros prefieren atenerse a la experiencia. El suicidio es como un famoso, cada uno tiene una opinión propia. Hay quien la considera como solución definitiva en caso de problemas, y también está el colectivo más numeroso, que la tacha por completo. La eutanasia es lo más parecido que veo al problema (cuidado, amigos, porque no es el mismo concepto con nombres distintos), y tal como acepto la eutanasia, acepto el suicidio. Que venga si quiere... será bien recibido.

Pero mejor que avise y tener tiempo para comprar té, pastas
y unas cuchillas de afeitar.

¿Dónde estoy?

"¿Puede el hombre conocer el universo?, Dios santo, no perderse en Chinatown ya es bastante difícil."
Woody Allen
Cada vez que salgo a la calle, conozca o no la ciudad, la calle o la avenida, mi sentido de la orientación se resiente. No consigo dar dos pasos sin preguntarme, primero, a dónde iba, y acto seguido, si llevo el tabaco. Es al ir por las callejuelas que me rodean, cuando me doy cuenta de este acto de pérdida de memoria instantáneo (como el colacao), y me preocupa hasta un punto bastante alto, puesto que cuando voy a comprar una triste barra de pan, ni sé a por lo que iba, ni sé si llevo el mechero encima.
Siempre procuro llevar en la mente el lugar al que voy, y a qué. Aunque no sería la primera vez que quedo en algun sitio como Cubero... y acabo esperando 40 minutos en la entrada al Corte Inglés.
¿Qué le vamos a hacer? Iré mejorando con el tiempo y la práctica, espero.
Siempre me quedará la residencia...

He ahí el error

Quizás, por variar, debiera acostarme a la misma hora que mis allegados. Podría dejar de pensar en mis cosas mientras hago que escucho a tales. Quizás, por variar, debería dejar de soñar depierto. Podría dejar de escribir de esta forma tan poco optimista... Pero, por desgracia propia, o más ajena tal vez, no me sale de los cojones realizar las proposiciones que me planteo.
He ahí el error, amigos. No corregirme, por el egoismo que supone no querer mejorar para nadie y ser feliz conmigo mismo.
Elijan ustedes mismos, donde empieze y acabe su error.

miércoles, 11 de enero de 2006

martes, 10 de enero de 2006

Gilipollas

Infravalórate, vive pensando que la mierda que eres huele peor que ninguna otra.

No haces las cosas bien, te caes sobre el suelo liso y llano. No te acabes el exquisito postre... el caviar no es el mejor manjar. Cuando sales la gente escupe el suelo que vas a pisar, y con suerte caerás sobre algún cristal roto que te logre cortar sino de forma completa, al menos parcial de una extremidad cualquiera. Depierta con amor en el corazón para que te lo rompan con ese cuchillo que ya te has clavado más de una vez...

"Basura fue al nacer, escoria de olor a plástico quemado murió" - Rezará tu epitafio. Nubla tu vista para que no puedas ver bien. Eres estúpido, eres subnormal, eres un parásito...

...no, no, no... eres gilipollas.




Dedicado a aquellas personas que vemos el mundo distinto.
Lo de gilipollas va con saña.

El burdo, el burdo

Desde hace unas semanas tengo pocas o ningunas ganas de escribir, pensar y mucho menos de padecer... no me siento agusto con nada ni con nadie, aunque este sentimiento no es nuevo, me sorprendo a mí mismo viendo como en vez de perecer, esta actitud crece a la par que mi pena (aunque en rigor no es mejor, por ser mayor o menor) ... no es un burdo rumor. No encuentro tampoco una explicación, si es que la hubiera. No encuentro mi sitio, no encuentro ése ahuecado cubículo, oscuridad que pierde la guerra contra una bombilla. Me uno a los chats que poco tienen que ver conmigo... no hablo, tan solo leo o escucho las conversaciones que se cruzan por mis ojos y oidos. Poco mérito puede tener.

No me salvan ni esta tiritera provocada, ni el vómito que la sigue. No me sirven los ánimos, ni mucho menos las servilletas... papel o tela, da igual.

Pensé, e incluso comenté entre algunos lectores del blog, acerca de dejar de escribir en el weblog, de ahí mi gran pausa cercana al mes de falta de asistencia. Al final lo ví estúpido, aquí es donde puedo hablar, comunicarme, estar en contacto (aunque en rigor no es mejor, por ser mayor o menor) ... aunque a veces soy muy cumplidor. No quiero perder esto, tampoco me gustaría perder a los desconocidos que quizás me conozcan. ¡Bah! ... no doy pie con bola.



Aunque en rigor no es peor, por ser mayor o menor... debí consultar al doctor López Ibor...




Las morcillas incluidas las dedico al Webmaster&Commander Marcos.